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Busco "gusano baboso"

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Paloma..., todo tu relato me suena bastante..., ¡¿tiene sentido?!, jejejeje...
 
“La Escort”
Después de tantos años de entrega, de trabajo, de imaginación regalada, recibo una carta, junto a otras compañeras, ¡de que la empresa se va a pique! Pocos llamantes, mundo internet, no somos necesarios, a la puta calle.
—¿Y ahora qué hago yo? —le pregunté a Pilar (supervisora tetona).
—Tranquila os ayudaremos, te ayudará (a él le importas).
—¿Él?, ¿quién es él?, ¿la persona que manda y domina a oscuras? ¡Necesito trabajo Pilar!
—Tranquila, disfruta de tu finiquito y de tu paro, y recibirás noticias.

Así lo hice. Un año agotado de ahorros y de paro y sin noticias.
De pronto una llamada, de una voz desconocida y femenina.
—¿Paloma?..., no me conoces, ni falta que hace, te llamo para proponerte un trabajo, tu teléfono me lo ha pasado Pilar. ¿Te gustaría ganar dinero haciendo lo que sin duda se te da muy bien?
Pregunté (ingenua de mí, ya lo sabía): ¿El qué?
—Follar, querida, follar, se te da de puta madre, y lo sé porque en algún momento con tus ojos vendados, estuve allí y lo vi y te toqué, y me pajeé y me corrí, de hecho te he comido el coño.

Silencio.
—¿Paloma?..., ¿hola? ¿Palomita?... ¿Hay alguien?..., jajaja, ¡¿te he vuelto loca?!
—¿Quién eres? ¿Qué quieres?
—pregunté.
—Pervertirte. Tengo un amigo que quiere una escort o puta virgen en estos lares (200 euros con griego, 150 sin), ¿te atreves?
Silencio.
—Venga Palomita, te gusta y lo necesitas, no tienes nada que perder, Pilar te va a acompañar, no estás sola, ¿qué me dices?
No sé de dónde salió mi Sí, pero me salió, dije Sí. Efectivamente no tenía nada que perder y la necesidad impera.
—Bien, mañana a las 17:00 en el Luxtal de Cuzco.
Recuerdo ir preocupada por si no iba lo suficientemente guapa, sexi, recuerdo temblar y pensar: ¿qué estás haciendo?, recuerdo el morbo que me daban mis nervios.
Llegué antes de tiempo, día lluvioso, tiemblo, pero puedo.
—Es esta habitación —Hawai se llamaba (todas las habitaciones de ese sitio tienen nombres de ciudades exóticas, por decirlo de algún modo).
Entré valiente, tranquila, y allí estaba Él; un hombre de casi dos metros, con cara de canalla, atractivo y ya desnudo. Con una polla grande, de esas que dices: ¡por el culo no, por favor!
—Hola me llamo... —no pude decir más, me puso a comer polla sin parar, agarrarme del pelo, tuve que hacerle garganta profunda sin parar.
—Eres preciosa —me decía—. Te voy a follar hasta que grites, porque tú te vas a correr conmigo, ¡¡putita virgen!!
Yo pensaba: imposible, no voy a poder correrme, no voy a poder, esto es una salvajada. Bajó a mi coño, diciéndome: ¡Quieta!, y entonces pasó..., me corrí como jamás me he corrido en mi vida, y luego sin pretenderlo me meé en su boca (nunca he podido volverlo hacer por ahora), me da reparo. Pero era mi primera vez, y me tocó un bestia.
Cuando le tocó correrse, me acarició la cara, con su polla grande y dura, me miró, y se corrió en mi cara. De esas corridas que tienes que cerrar los ojos (porque te cae dentro).
—Abre la boca, puta, ¡abre la boca!
No paraba de correrse en mi cara.
Terminó y me dijo: "Paloma, eres una buena Puta, ¡¡olvida lo del teléfono!!".
¡Me ericé! ¿Cómo sabe? ¿Quién es?
—¿Qué? No entiendo —pregunté.
—Paloma, vuelvo a decir, eres una buena Puta y disfrutas con ello.
Me dejó el dinero (momentito raro, la primera vez). Se fue...
Salí, con sentimiento raro; sucia, guarra, cochina, puta (pensaba de mí). Ya tienes para la compra que viene, eso sí.
Y cuando llegué de hacer la compra, me hice una paja enorme, y descubrí... que me ponía más cachonda ser Escort que telefonista erótica.
P. D.: Para mis amigas, y en especial a mi Irene, Brina, Blanca, Jenny Jordán, Ginebra, Cova, Rebebeca, Mar y mi MaríaG esta frase:
“Esto no se acaba hasta que yo no me corra”.
 
“El Arquitecto"
El arquitecto o el dueño de todo esto.
Después de mi primera experiencia como Escort, tenía el regustillo, el morbo por cobrar bien, haciendo lo que te gusta. Pensaba: no está bien, acabarás enganchándote, sigue con tus pajas telefónicas, no preguntes, no investigues. Cuanto más me lo decía, menos me lo creía.
Llamé a aquel teléfono misterioso que me guardaron en el bolsillo (por si te apetece, me dijeron al oído, estamos aquí).
Llamé..., colgué..., llamé...
—¡¿Hola?!
—Sí, hola, perdón, buenas tardes, soy, soy... Paloma, estuve...
—Hola Paloma, te esperábamos. ¿Quieres trabajar?

Silencio.
—No... Sí..., no sé, ¿me pagarán?
—Ja ja ja, claro, nada es gratis Palomita pelirroja
—¡¡me conocía!!
—Tengo que preguntarte, Paloma, si eres virgen de algo, sexualmente hablando, claro.
—Sí..., soy virgen anal
—mentí, no sé por qué, pensé que subiría el dinero—, nunca he estado con animales —verdad—, y nunca he hecho doble penetración —verdad.
—Bien, Palomita, con estos datos, te puedo conseguir algo que te puede dar mucho dinero, ahora sólo hay que ver qué decide “El Arquitecto“ —y me colgó.
¿El arquitecto?, sonaba a secta, y me daba morbo, ¿dónde te estás metiendo Paloma? Pasaron tres, cuatro, cinco, una semana y nada, me olvidé y aliviada, pensé; era coña, tonta, esta gente se tira el pisto, pero no son reales.
Una mañana muy temprano, después de quince días, sonó mi móvil, teléfono desconocido, lo cogí.
—¿Paloma?
—¿Sí?
—No hables, escucha. Mañana a las nueve y media de la noche, sin bragas, vestido corto, tacones no cuñas, perfume caro, pelo suelto, poco maquillada, nada de labios, tómate dos copas de lo que quieras antes.
—¿Pero...?
—Calle tal, número tal, piso tal. No más preguntas. Di que eres Paloma y vienes a ver a El Arquitecto, adiós...

Llegó el día, que pasó a la noche, me vestí, dudé, y finalmente fui. Temblaba en el taxi, nervios, morbo, ¿qué estás haciendo Paloma? ¿Tienes algo que perder? ¿Y si te matan y hacen contigo una película? ¿Y si es como en Historia de O? ¿Y si, y si...?, ¡pero iba directa como un imán!
Llegué, portal normal, buena zona, llamé.
—Soy Paloma, vengo a ver a El Arquitecto.
Silencio largo.
—Pasa, bienvenida.
Subí, llamé, mucho silencio, pensé que habría una fiesta. Me recibió una mujer pequeña, morena, con sandalias rojas (sólo llevaba eso), guapa, con acento. Me besó en la boca, con un beso lleno de cariño y me dijo:
—¿Es tu primera vez aquí?
—Sí, ¿tengo que asustarme?, o sea, quiero decir, estoy asustada, todo es... raro.

Ella rio, y me dijo:
—Claro, de eso se trata, no es para tanto, pasa. Tienes que vendarte los ojos, con las nuevas lo hacemos así, pero antes, toma tu dinero, si no quedas contenta, puedes reclamar o irte y devolver, cuéntalo por favor...
Tres mil quinientos euros por dos horas. Qué bien olía ese dinero, cuántas facturas pagadas, cuántos problemas resueltos, lo cogí y pensé: ¡¡no será para tanto!!
Pasé un pasillo largo, y empecé a oír, ya que no veía, bullicio y ladrillos de perro. Llegué a una habitación y se hizo el silencio y Él, el Arquitecto, creo yo, organizó rápidamente la escena. Me agarrarón las manos y abrieron las piernas, me subieron mi vestido verde, y oí: "sólo por detrás, sólo va a ser por detrás...!", y así fue.
Dolió..., varias penetraciones anales, una detrás de otra, y sin preparación, varias corridas dentro de mi culo y en mis nalgas y sobre mi ropa. Gritos, jadeos, aplausos y finalmente llaman a Ulises (el perro). Ya le tenían cachondo. Recuerdo que me agarraba a mi bolso, cruzado a mi cuello, pensando: agárrate al dinero, no lo pierdas, porque no había disfrutado una mierda.
Y llegó Ulises, era grande, pastor alemán o algo así. Se subió encima, sus patas delanteras en mis hombros me arañaron. El Arquitecto le dijo: "cuidado, Ulises, despacio y por detrás". Lo entendió. Me penetró despacio, era viscoso, suave, distinto. Lo hacía bien. Y sin poder evitarlo, empecé a tocarme, me estaba gustando. Oía el aliento de Ulises en mi nuca, cómo iba a más, y yo con él.
Le animaban: "¡fóllatela, fóllatela...!".
Ulises dio un aullido y noté como mi culo se llenaba de algo caliente, y entonces me corrí como una loca.
Recuperado el resuello, tanto Ulises como yo, nos separamos... Hubo aplausos, jadeos y gente que pedía más. El Arquitecto dijo: "No, esto se hará a mi tiempo y como yo diga". Nadie rechistó (por algo le llamaban así, él hacía y deshacía).
Me fui a casa, agarrada a mi bolso y curiosamente pensando en Ulises y el placer que me había dado y me reí muuuuchooo. Ay Paloma, ¡¡a ver si te vas a encoñar con un perro!!

P. D.: ¡A todos los animales sexuales o no de la tierra!






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Vaya, llevaba tiempo sin leer relatos eróticos, mente calenturienta la de Paloma, pero dan para pajote.
 
Excitante relato. La perversión zoo me pone berraco. ¿Llegaste a repetir con otro perro? ¿No se le hizo una bola al pene de Ulises y quedasteis enganchados un buen rato?
 
Busco "gusano baboso"

@Kirogito. Jur jur jur,[emoji23] pues no nos quedamos enganchados, bueno, de alguna manera sí. Ulises se convirtió en mi Amigo más fiel y pasamos muchas aventuras juntos. Siempre he pensado que si los animales hablaran, se descubrirían muchos secretos de estado.
P. D.: Yo siempre le decía a Ulises: Oír, ver y callar, bueno, ¡¡en este caso no ladrar!![emoji190][emoji885][emoji885][emoji182][emoji182][emoji182]


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Me gusta tu escritura enigmática porque dejas al lector encaminado a creerse descubridor del enigma y en ese proceso la imaginación vuela...
 
Kirogito. Primero, gracias, y Segundo, gracias otra vez, porque me acabas de recordar una historia bastante erótica y enigmática, no fue como en "Eyes wide shut" ni en "Historia de O" pero casi (da para una paja).
P. D.: Tendré que meditarla mientras me mojo las alitas en la playa y hablo con las gaviotas de los nuevos chiringuitos de moda.
Vuela que vuela, Paloma.


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Hola Gusano Baboso, ¿cómo estás?
Te eché de menos... ¿y tú a mí?
Preparo mi nuevo relato, sobre lo guarrooo que eres, sobre cómo me penetrabas sin avisar y lo Mucho que me gustaba.
Estoy en ello.
P. D.: ¡¡Tendrás noticias mías en breve!!
¡¡Me corro sólo de pensar en lo que voy a escribir!!
Chorreo, ¡¡hablando en plata!!
Verde, ¡¡siempre verde!!



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Qué bien. Retomar de nuevo tus fascinantes relatos llenos de morbo y perversión que me suben la líbido e inflan la polla. Precisamente ayer, en homenaje al centenario, retomé a Pérez Galdós. Os compaginaré a ambos.
 
Qué bien. (...) Retomé a Pérez Galdós...

Madre mía, qué honor compaginarme con Pérez Galdós.
Intentaré estar a la altura de "Los Episodios Nacionales" o de "Fortunata y Jacinta”.
Mis títulos serían un poco más alocados, tipooo...
— "Episodios Vaginales“ (aunque suena un poco a diagnóstico ginecológico).
— "Prostitunata y Puticinta" (que suena a porno de dibujos animados).

P. D.: En cualquier caso me voy a pajear pensando que lees a la vez a Galdós y a Gusano Baboso.

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Creo que entreverar relatos literarios, experiencias lectoras... entre una puta y un cliente, para que el polvo sea menos zoológico y más intelectual (o que sea tan zoológico como cultural) puede ser una experiencia fascinante. El problema es casar una puta leída con un cliente leído.
 
Kirogito. ¿Casar, de casarse, de boda?
El problema entre una puta leída y un cliente leído es que se pongan a leer mientras follan y se desconcentren, aunque si leemos al Marqués de Sade (cuentos eróticos, por ejemplo) ¡igual nos venimos arriba!
P. D: ¡Leer y follar a la vez es algo que nunca he hecho! Ya tengo idea para mi próximo relato.



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Al decir casar quise decir encontrar, coincidir... Evidentemente no cabe follar mientras se lee, ni viceversa, pero un preámbulo de la coyunda de corte literario, sobre gustos lectores, experiencias lectoras..., todo eso aderezado con “iniciativas” y comentarios eróticos del tipo “Me gustó el libro, pero intuyo que me va a gustar mucho más el traje de saliva que te voy a hacer...”.
A ese casamiento intelectual me referí. No al que canta Camarón: “Soy gitano y vengo a tu casamiento...”.
En todo caso tus relatos literarios me sumergen en un mundo placentero y excitante (no he leído a Sade).
 
"Los tatuajes"

Siempre se dice, se dijo o se comenta que los tatuajes tienen un algo “erótico/morboso/sexual”.
Creo, que es cierto. Depende del tatuaje, claro.
Nada exagerado, nada macarra.
Pero puedes ser un periódico con patas, ¡¡y volverme loca!!
Gusano Baboso era casi un periódico con patas, en cuanto a tatuajes (lo único que me estaba permitido ver). Sus brazos llenos de dibujos tribales, mientras me follaba a lo bruto contra la pared, eran mi fantasía erótica, para hacerme mi paja al día siguiente.
El problema vino, cuando me dijeron que si quería seguir sirviéndole, dándole placer, porque yo también quería (con todo mi coño), tendría que ser marcada, tatuada por él.
Os sonará "Historias de O", la esclava sumisa, marcada, aunque al final... Hay lo dejo para quien no la haya visto.
Tengo verdadera aprensión a todo tipo de agujas. Dentista= enemigo.
¿Tatuarme yo?, ¿por alguien?, ¿el qué?
No me mola nada.
—Si quieres volver a estar con él, tendrás que dejarte marcar y serás suya —así funcionaba, tipo secta, eso también tiene su morbo.
—¿Qué tengo que hacer?, ¿qué me va a hacer?
—Ven vestida con traje ajustado vaquero, medias negras
—si puedes con costura atrás, como en los 50—, tanga de firma y duchada.
Lo hice, fui, una vez más muerta de miedo y de morbo (estos dos términos tienen mucho que ver).
Llegué, esperé, pasé:
Habitación sin luz (era de esperar).
—Túmbate Paloma —voz preciosa femenina que me pasó la mano por todo el cuerpo, me puso cachonda la cabrona.
Esperé, sudando, obediente, cachonda. ¿Me iban a tatuar mientras me penetraban? ¡Lo nunca visto por mí!
Oí la puerta, ojos vendados, prohibido mirar. Olía a él, a limón fresco, a bergamota, era él.
Me tocó, me manoseó, me escupió, me estrujó los pechos, me penetro el coño con tres dedos (recuerdo), me respiraba en la nuca, me penetró analmente duro, y por fin me habló entre susurros: "Te voy a marcar, ¿dónde te duele más?".
—En el coño no
—le dije. Errooor, ¡ahí fue donde me lo hizo!
Me folló muy a lo bestia y dio la orden de que me sujetaran, me abrieron las piernas, me separaron los labios, y justo en el labio interior izquierdo me tatuaron (con un dolor que todavía recuerdo), la letra J, de jefe, ¿de su nombre?
Todavía a carne viva, se corrió sobre la herida, en mi coño.
Se fue, una vez más.
Me quitaron las vendas.
—Lo has hecho muy bien —me dijo esa voz femenina aterciopelada.
Me dejaron sola, la puerta abierta para irme.

P. D.: Pero antes, con mi herida, con ese dolor entre mis piernas, me masturbé, ¡pensando en él! Y me corrí, dolió, pero me corrí.
Odio los tatuajes, ¡pero a veces te hacen recordar algo bueno!


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Al decir casar quise decir encontrar, coincidir... Evidentemente no cabe follar mientras se lee, ni viceversa, pero un preámbulo de la coyunda de corte literario, sobre gustos lectores, experiencias lectoras..., todo eso aderezado con “iniciativas” y comentarios eróticos del tipo “Me gustó el libro, pero intuyo que me va a gustar mucho más el traje de saliva que te voy a hacer...”.
A ese casamiento intelectual me referí. No al que canta Camarón: “Soy gitano y vengo a tu casamiento...”.
En todo caso tus relatos literarios me sumergen en un mundo placentero y excitante (no he leído a Sade).

Este relato, va para gente con ganas de morbo y miedo a la vez (insisto en que están muy vinculados).
Pensé en ti, mente literaria y morbosa a la vez.
Disfrútalo.

P. D.: Mente sana in corpore sano.



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Yo te ayudo, @Kirogito, es sólo cuestión de actitud y de ganas, claro. Tú tendrías que ser muy Toro y yo muy Gatita, lo mío está hecho porque aparte soy muyyy madrileña, casi Gata.

P. D.: Quien dice toro, dice oso pardo, mamut, tiranosaurio rex. En fin, cualquier especie grande y poderosa. ¡¡Aunque el toro es mi favorito!!
 
Muy abandonado tengo a mi "Gusano baboso”. Tengo una historia de cuando empecé a ser “puta“. Un cargo político (de entonces) se excitaba mientras se la comías y le hablabas de política o de cómo iba el país (imaginaos esto ahora). ¡La sacabas de la boca y opinabas!
P. D.: Tengo dudas con el título: “El ministro".
O “Putas democráticas de toda la vida”.
Se admiten opiniones, ¡¡como en toda Democracia!!
P. D.: Gusano Baboso está todavía confinado (es un poco aprensivo, la verdad).😷🕊🕊💋💋💋
 
También podía ser “No se habla con la boca llena”. :LOL:Ahora en serio, me gusta el título de “El Ministro”, si quieres quedamos y te ayudo, de vez en cuando te dejaría opinar, jejeje.:devilish:

Besos,

Jersey
 
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