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¡Pero qué cómodo es legislar desde el desconocimiento!Para octubre vuelven con obolir la prostitución veremos como queda otra vez todo.
¡Pero qué cómodo es legislar desde el desconocimiento!
Abolir la prostitución... Mientras tanto, los menores acceden a la pornografía cada vez desde una más temprana edad.
Mientras tanto, cada vez más adolescentes llegan al sexo con la cabeza llena de dominaciones que no han elegido.
Mientras tanto, seguimos enterrando mujeres cada semana y viendo cómo crece la violencia sexual entre menores.
Pero claro, lo urgente es abolir la prostitución. Qué casualidad que siempre sea más fácil controlar el cuerpo de las mujeres que educar al país.
Como profesional del sexo, como terapeuta y como mujer que ha trabajado en todos los bordes del deseo, solo puedo decir que el abolicionismo es una forma más de hipocresía institucional. Porque no se legisla para protegernos, sino para silenciarnos.
¿De verdad creen que prohibiendo el trabajo sexual desaparece el deseo, la necesidad, el intercambio o el mercado?
Lo único que desaparece con la abolición es la seguridad de las trabajadoras y su posibilidad de ser tratadas como ciudadanas con derechos. Y eso, señoras y señores, no es feminismo. Es paternalismo con pretensiones de virtud.
A todas estas personas que legislan contra la prostitución desde el desconocimiento les invitaría a una jornada en mi consulta.
A escuchar.
A mirar sin prejuicio.
A entender la diferencia entre trata y trabajo sexual libre.
A dejar de confundirnos con víctimas para sentirse ellos los héroes.
Soy terapeuta sexual, sí. Y con más dignidad que muchos que viven del enchufe, el pelotazo y el escaño heredado.
Mi trabajo no da votos, pero da alivio.
No infla titulares, pero sostiene cuerpos y rescata deseos.
Cuando se animen a legislar para erradicar la pobreza, garantizar vivienda, acceso a salud mental o proteger a la infancia de la industria pornográfica (esa sí salvaje, anónima y sin escrúpulos) hablamos.
Hasta entonces, me seguiré dejando la piel por los cuerpos que me necesitan, mientras otros se la dejan en las moquetas del Congreso, fingiendo salvarnos.
Muchos besos con mi dignidad intacta y la conciencia bien tranquila.
Hola Anna:¡Pero qué cómodo es legislar desde el desconocimiento!
Abolir la prostitución... Mientras tanto, los menores acceden a la pornografía cada vez desde una edad más temprana.
Mientras tanto, cada vez más adolescentes llegan al sexo con la cabeza llena de dominaciones que no han elegido.
Mientras tanto, seguimos enterrando mujeres cada semana y viendo cómo crece la violencia sexual entre menores.
Pero claro, lo urgente es abolir la prostitución. Qué casualidad que siempre sea más fácil controlar el cuerpo de las mujeres que educar al país.
Como profesional del sexo, como terapeuta y como mujer que ha trabajado en todos los bordes del deseo, solo puedo decir que el abolicionismo es una forma más de hipocresía institucional. Porque no se legisla para protegernos, sino para silenciarnos.
¿De verdad creen que prohibiendo el trabajo sexual desaparece el deseo, la necesidad, el intercambio o el mercado?
Lo único que desaparece con la abolición es la seguridad de las trabajadoras y su posibilidad de ser tratadas como ciudadanas con derechos. Y eso, señoras y señores, no es feminismo. Es paternalismo con pretensiones de virtud.
A todas estas personas que legislan contra la prostitución desde el desconocimiento les invitaría a una jornada en mi consulta.
A escuchar.
A mirar sin prejuicio.
A entender la diferencia entre trata y trabajo sexual libre.
A dejar de confundirnos con víctimas para sentirse ellos los héroes.
Soy terapeuta sexual, sí. Y con más dignidad que muchos que viven del enchufe, el pelotazo y el escaño heredado.
Mi trabajo no da votos, pero da alivio.
No infla titulares, pero sostiene cuerpos y rescata deseos.
Cuando se animen a legislar para erradicar la pobreza, garantizar vivienda, acceso a salud mental o proteger a la infancia de la industria pornográfica (esa sí salvaje, anónima y sin escrúpulos) hablamos.
Hasta entonces, me seguiré dejando la piel por los cuerpos que me necesitan, mientras otros se la dejan en las moquetas del Congreso, fingiendo salvarnos.
Muchos besos con mi dignidad intacta y la conciencia bien tranquila.
La abolición de la prostitución es la cortina de humo que lleva usando el PSOE desde que ganase la mayoría parlamentaria que, no las elecciones que la voluntad del pueblo español eligió al PP.Buenos días. En estos momentos nuestro Presidente del Gobierno está dando el esperado discurso. Los aplausos se repiten según va aseverando, curiosamente y no sé si lo habéis observado cuando ha dicho lo de abolir la prostitución, no ha aplaudido nadie.
Abolir la prostitución es un gravísimo error que se lamentará.
• La decisión parte del individuo o la individua, de forma libre, y asumiendo los pros y los contras, dentro de las circunstancias personales que ataña a cada un@.Señoras, caballeros, buenos días y feliz viernes.
Hay noticias que una lee con el café… y que le remueven algo más que el estómago.
Yo, que me dedico precisamente a acompañar cuerpos libres (en lo físico, lo emocional y lo sexual), no puedo quedarme callada ante eso.
Así que hoy, desde este rincón, me permito una reflexión que tiene que ver con la dignidad.
La dignidad real, la que nace de poder elegir.
Seguramente todos habéis leído o escuchado sobre la polémica por la fiesta de cumpleaños del futbolista Lamine Yamal, y cómo la contratación de personas con enanismo para un espectáculo ha reactivado un viejo debate:
¿Dónde empieza la dignidad y dónde el paternalismo que la suplanta?
La Asociación ADEE ha denunciado que dicho espectáculo "perpetúa estigmas" y "cosifica" a las personas con acondroplasia.
Mientras tanto, uno de los artistas contratados ha declarado en prensa:
"Nadie nos faltó al respeto, cobramos bien y nos trataron como profesionales. Que nos dejen en paz.”
Esa frase “que nos dejen en paz” debería hacernos reflexionar más que cualquier comunicado oficial.
Porque cuando una persona adulta, que firma un contrato y ejerce su trabajo con libertad, dice estar orgullosa de lo que ha hecho… ¿por qué una asociación se arroga el derecho de decirle que no debería sentirse así?
Ese impulso de “proteger” a quienes no han pedido protección lo vemos cada día aplicado a otro colectivo: las trabajadoras sexuales.
Se dice que no hay libertad real, que todas están forzadas, que “aunque no lo sepan, están oprimidas”.
Lo dicen con leyes, discursos y lágrimas prefabricadas. Y lo dicen personas que jamás han ejercido ni han escuchado con respeto a quienes sí lo hacen.
Es lo mismo:
Decidir desde fuera qué es humillante.
Determinar quién tiene derecho a actuar.
Definir bajo qué condiciones una persona puede o no usar su cuerpo de forma legítima.
La dignidad no se impone desde arriba. Se construye desde dentro:
con elecciones propias, condiciones seguras y respeto mutuo.
No con censura ni con prohibiciones generalizadas.
Una frase del debate me llama especialmente la atención:
“Aunque te traten bien, se perpetúa un estigma”, han dicho desde ADEE.
Pero… ¿no será que el estigma lo perpetúan quienes asumen que ciertos cuerpos deben esconderse, o solo mostrarse cuando el comité lo aprueba?
En ambos casos (personas con enanismo actuando en fiestas, o mujeres que ejercen el trabajo sexual) lo que verdaderamente incomoda no es la exposición del cuerpo.
Es la decisión de hacerlo sin pedir permiso.
Es la autonomía de cobrar por algo que otros consideran indigno.
Es el espejo que se coloca delante de una sociedad que todavía no tolera que alguien haga uso libre de su cuerpo cuando eso no encaja con su moral.
Como mujer, como ex trabajadora sexual y como terapeuta, me niego a aceptar que haya profesiones prohibidas en nombre de la dignidad.
No quiero que hablen por mí.
No necesito que me salven.
Y estoy bastante segura de que quienes actuaron en esa fiesta, tampoco.
¿La verdadera protección?
– Garantizar condiciones laborales seguras.
– Evitar la trata, la coerción y la explotación.
– Y sobre todo: escuchar a las personas implicadas antes de legislar sobre ellas.
Como veis, este escrito no va de Lamine Yamal.
Ni siquiera va solo de enanismo o de prostitución.
Va de quién tiene derecho a decidir sobre su cuerpo, su trabajo y su imagen pública sin que nadie lo infantilice.
Y de cómo las buenas intenciones, si no escuchan a quienes dicen proteger, terminan siendo otra forma de violencia.
Y entonces la pregunta cae por su propio peso:
¿Quién tiene realmente derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, nuestros trabajos o nuestras elecciones?
¿Una misma... o quienes se niegan a escucharnos?
Muchos besos.
Este post no es en respuesta al anterior.
—-
En este foro estamos a favor de la regulación de la prostitución.
Aquí tratamos de no hablar de política, tanto PSOE como PP están a favor de abolir, por lo tanto es inútil posicionarse con unos u otros y encabronar a unos usuarios con unas u otras ideas.
Desde Europa están presionando con este tema.
En España existe una ley que impide los desnudos etc. puesto que esto es una red social libre, si alguno tienen los cohones suficientes, que nos pase un documento con datos personales dni etc., y se responsabilice de la multa y los años de cárcel, por mí genial.