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Esas chicas... las otras, las que son, todos sabemos: ¿Diferentes? Y resulta que sin renunciar a un término que designa a cualquier mujer, estamos aludiendo a cuantas somos ligeras de cascos o tenemos cierta liberalidad de costumbres. A la vez nos evitamos vocablos más obvios que pueden herir la susceptibilidad o atacar la estima.
Pero como las palabras siguen jugando inquietas en nuestra boca sin atreverse nunca a designar realidades incómodas, buscamos mil eufemismos que tarde o temprano resultan tan malsonantes como el castizo y primigenio:
Putas
A mí me gusta la palabra. Tan clara, rotunda concisa y hasta castiza. Ya sé que puede ser utilizada de manera despectiva, pero es que cualquier otra puede emplearse con desprecio, incluso podríamos decir "esas chicas" refiriéndonos a las que nos parecen lo peor de lo malo, tanto como para no identificarlas con las demás, las decentes.
El lenguaje, que es algo vivo, da muchas vueltas divertidas con el paso de los siglos y el cambio o repetición inevitable de usos y costumbres.
Los romanos tampoco se atrevían siempre a llamar a las cosas por su nombre más crudo, y por eso también hablaban de "chicas" cuando querían aludir a mis compañeras de oficio de aquella época. Y por eso decían "Putta" que significa literalmente... "Muchacha" o "chica". ¡Qué sorpresa!
Pero entonces ¿qué era una puta de la calle pura y dura? Una mujer obligada a atender bajo los portales sobre un simple cuero que protegiese su cuerpo del duro y frío suelo, era una "Scortum", que significa literalmente "pellejo" y la designa, por extensión, con el nombre de su humilde lecho. Y ese vil pellejo "fornica", puesto que atiendea sus clientes bajo los "fornix" "arcadas" o "portales".
Sólo una "Meretrix" podía quizás ser una chica de mejor o peor familia, que por necesidad o diversión pudiera aceptar ocasionalmente una ayuda económica a cambio de sexo, o quizás ser toda una "mantenida".
No voy a entrar en más tipos de "trabajadora del sexo" en esa cultura o época ni en ninguna otra.
Sólo trataba de decir que me gusta ser una de "esas chicas" de "esas putas", y no me siento más tranquila o valorada por ser una "escort" o "scortum", por más que en habla inglesa el eufemismo llegue a dar la vuelta de campana de definir a las azafatas o acompañantes "decentes"
Espero que os haya divertido el guiño como para compensaros de la pedantería latina, y perdón a todas las que ofende, a veces con fundados motivos personales, alguno de esto términos.
Un beso o "basium" de vuestra "chica"
Pero como las palabras siguen jugando inquietas en nuestra boca sin atreverse nunca a designar realidades incómodas, buscamos mil eufemismos que tarde o temprano resultan tan malsonantes como el castizo y primigenio:
Putas
A mí me gusta la palabra. Tan clara, rotunda concisa y hasta castiza. Ya sé que puede ser utilizada de manera despectiva, pero es que cualquier otra puede emplearse con desprecio, incluso podríamos decir "esas chicas" refiriéndonos a las que nos parecen lo peor de lo malo, tanto como para no identificarlas con las demás, las decentes.
El lenguaje, que es algo vivo, da muchas vueltas divertidas con el paso de los siglos y el cambio o repetición inevitable de usos y costumbres.
Los romanos tampoco se atrevían siempre a llamar a las cosas por su nombre más crudo, y por eso también hablaban de "chicas" cuando querían aludir a mis compañeras de oficio de aquella época. Y por eso decían "Putta" que significa literalmente... "Muchacha" o "chica". ¡Qué sorpresa!
Pero entonces ¿qué era una puta de la calle pura y dura? Una mujer obligada a atender bajo los portales sobre un simple cuero que protegiese su cuerpo del duro y frío suelo, era una "Scortum", que significa literalmente "pellejo" y la designa, por extensión, con el nombre de su humilde lecho. Y ese vil pellejo "fornica", puesto que atiendea sus clientes bajo los "fornix" "arcadas" o "portales".
Sólo una "Meretrix" podía quizás ser una chica de mejor o peor familia, que por necesidad o diversión pudiera aceptar ocasionalmente una ayuda económica a cambio de sexo, o quizás ser toda una "mantenida".
No voy a entrar en más tipos de "trabajadora del sexo" en esa cultura o época ni en ninguna otra.
Sólo trataba de decir que me gusta ser una de "esas chicas" de "esas putas", y no me siento más tranquila o valorada por ser una "escort" o "scortum", por más que en habla inglesa el eufemismo llegue a dar la vuelta de campana de definir a las azafatas o acompañantes "decentes"
Espero que os haya divertido el guiño como para compensaros de la pedantería latina, y perdón a todas las que ofende, a veces con fundados motivos personales, alguno de esto términos.
Un beso o "basium" de vuestra "chica"