Llamé a esta chica por teléfono y me parecio simpática y decidí ir para allí; le pregunté de dónde era y si era la chica de las fotos, me dijo que sí, que era ella y que era colombiana.
Pues bueno, llegue allí y vi que lo que decía era cierto, es la chica de las fotos, tiene fotos con pelo largo y corto, es la misma pero ahora lo lleva corto, o sea que esas son las últimas; me da un beso y pasamos a la habitación, la verdad que muy bien, amplia y con ducha; me ofrece ducha, le digo que venía duchado, me dice que da igual, que me meta en la ducha, todo esto con una risa pícara y me metí; empezó como si no hubiera mañana, y masaje francés como loca, me dice: "¿Has visto?", todo esto riéndose, un espectáculo, antes de salir me dice que si quería el masaje completo allí, que estaba muy dispuesta, yo lógicamente accedí.
Me lavé un poco y a la camilla y tomamos algo mientras hablamos un poco, es una chica muy agradable, después de eso un segundo asalto, este en la camilla, todo ello con mucha dulzura y muy bien; al acabar, y una vez pasada la hora, estuvimos un rato hablando, me dijo que había estado muy cómoda conmigo, yo le dije que yo más, que era un encanto y que posiblemente vuelva a verla; me acompañó hasta la puerta y como despedida me dio un beso.
Pues bueno, llegue allí y vi que lo que decía era cierto, es la chica de las fotos, tiene fotos con pelo largo y corto, es la misma pero ahora lo lleva corto, o sea que esas son las últimas; me da un beso y pasamos a la habitación, la verdad que muy bien, amplia y con ducha; me ofrece ducha, le digo que venía duchado, me dice que da igual, que me meta en la ducha, todo esto con una risa pícara y me metí; empezó como si no hubiera mañana, y masaje francés como loca, me dice: "¿Has visto?", todo esto riéndose, un espectáculo, antes de salir me dice que si quería el masaje completo allí, que estaba muy dispuesta, yo lógicamente accedí.
Me lavé un poco y a la camilla y tomamos algo mientras hablamos un poco, es una chica muy agradable, después de eso un segundo asalto, este en la camilla, todo ello con mucha dulzura y muy bien; al acabar, y una vez pasada la hora, estuvimos un rato hablando, me dijo que había estado muy cómoda conmigo, yo le dije que yo más, que era un encanto y que posiblemente vuelva a verla; me acompañó hasta la puerta y como despedida me dio un beso.