Ayer visité a Tania. Os lo cuento.
Quedé con Tania por WhatsApp. Le avisé que iba a ir acompañado de mi novia, que no lo es, es una buena amiga íntima. Tania aceptó de buen grado y, más tarde, pude comprobar el porqué. Le gusta masajear una mujer hermosa casi tanto como una buena herramienta y no le visitan muchas mujeres.
Al recibirnos nos pasó a la ducha y al salir ella iba comprobando nuestra higiene corporal con su terapia bucal. Fuimos a la cama, donde yo perdí la noción de dónde estaba y lo que hacía. No sabía dónde agarrarme, qué saborear, a qué asirme...
La sesión fue brutal y muy satisfactoria. Ambas hicieron una conversación en francés y yo mientras hablaba en griego con Tania, que al estar arriba, parecía ofrecérmelo, o eso me pareció a mí. No hubo queja y, viendo tal espectáculo y hablando en un griego tan apretadito, no duré mucho y terminé el discurso, cayendo derrengado sobre su espalda.
Cuando mi ánimo quedó relajadito, me tumbé y ambas procedieron a levantarme el ánimo para ponerme en forma de nuevo. Aunque tardaron un ratito, lo lograron. Mi amiga decidió quería ser la 1.ª en cabalgarme y se estuvo un buen rato saltando sobre mí masajeándome, luego se subió Tania, qué bien cabalga, y mientras se iban
y también
a mí. Se frotaban entre ellas y consiguieron sacarme una 2.ª dosis de terapia de lactosa que ambas quisieron aplicar sus bocas traviesas.
Fui a ducharme y las dejé masajeándose entre ellas mientras me recuperaba. Al volver a la habitación, seguían hablando francés y jugando con cositas. Cuando mi amiga terminó la terapia por última vez, se despegaron y se dirigió hacia la ducha. Tania se quedó sobre la cama, desnuda y sudorosa, mirándome y me preguntó si quería que me hablara en francés, que sólo tenía que enseñar el instrumento, pero imposible que mi ánimo reviviese con tan poco rato de descanso.
La próxima vez, más rato y más diversión.
Os dejo un link a su anuncio, o al que yo vi:
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