En efecto, Sejo lo explica como sólo él sabe. La paja la acarrea a casa el invitado que aporta esa ofrenda mínima de un euro. Mientras él trajina con ella, yo esperaré el resultado de la trilla ocupada en mi propio fardo y siempre dispuesta a recibir el salvado que resulta de la tarea.
El resto de variedades; alfalfa, avena en rama, etc., entran en las ofrendas de mayor cantidad sin distinción ni exclusión (alguno sabe que aprecio a veces variedades de heno muy exóticas y alternativas de las que quizás habría que tratar en otra ocasión por cuestión de logística y compatibilidad). Todas son forrajes para mí que implican la participación mutua en las labores, incluso la admisión de más segadores simultaneos.
Se agradecerá la generosidad de lluvia para mitigar mi sed.
Imprescindible confirmar en mi teléfono la asistencia y hora.
Dispuesta y receptiva, MG