Ese piso lo tengo bastante catado. Laura es una chica alta, delgada, rubia y con los ojos azules. Buenos pechos, grandecitos y, en general, con buena figura. Es implicada pero es tímida, le cuesta soltarse a veces. Da la impresión que ante cada cliente tiene su papel profesional muy ensayado y le cuesta salirse de ahí. Por otro lado, Andrea (latina) es venezolana, joven (como Laura) y físicamente con el cuerpo típico de las indígenas, con buenas caderas y pechos pequeños; destaca por sus buenos masajes.
Finalmente, Elena (con la que ya he estado cuatro veces, la última recientemente) es, de estas tres, la más recomendable con referencia. Simpatiquísima a la par de grande en los masajes. Físicamente es pequeñita, morena, de piel blanca y con buenos pechos. De cara es monísima. Lo dicho, buena, buena, buena, buena.