Llega la Navidad y hay que jugar a la lotería...
Adorada Paloma, sacerdotisa entre tantas actrices y figurantes, cómo agradecerte tus imágenes de consuelo y tentación...
Pero ¿ahora que llega el frío intenso tendrás piedad y dejarás que le crezca pelito al gato? Es guapo, es sin duda valiente y acogedor, es generoso a raudales y no envidioso, pues en momentos griegos espera que vuelva su turno y se acicala con lametones internos.
No me lo tengas a mal, soy perro. Y echo de menos en este frío que llega, que al recibirme en la puerta tuviera su lindo pelito, sus aromas en él, ese discurrir de los dedos al acariciarlo natural y no cual Sphynx o gato esfinge. Guapo, sin duda guapo y acogedor. Pero su pelito, Paloma, aunque sea ahora en invierno, ni corto ni largo, su mata, su ligero y frondoso pelaje entre espasmos... Piénsalo Sacerdotisa. Piénsalo...
Aclaro que dando clase, a veces se pasea, con frecuencia se vuelca sobre tu regazo. No es de collar y es tan amo como esclavo.
Con devoción religiosa ¡Paloma!